¿Qué curiosa puede ser la mente, no? Para mis compañeros era una salida habitual, una caminada al campo, 12 vueltas alrededor de este... ¿para mí? Para mi fue un mundo distinto, pues pasar del encierro a la libertad, no es muy frecuente. Escuche las diferentes aves cantar, muchas marcar vuelo para sus hogares, vi el sol en su esplendor, muchas ramas... ¿acaso soy el único que gusta de recolectar ramas dónde ve que puede hacer algo? Para mis padres y hermana eso era "basura" pero para mi imaginación, una espada antigua de madera con piedras de ópalo y jade. Pero sí, Era una vieja y quizá fea rama. Vi los diferentes arboles frutales que habían sembrado años anteriores, eran todos unos jóvenes, muchos de ellos echaban sus primeras flores, otros pronto darían sus primeros frutos, pues los pequeños brotes aparecían tímidamente entre las hojas que los guardaban. -Vamos a caminar una hora, daremos unas 8 vueltas. -Dijo Mamá. -Ehh, pero llevemos al perro, ¿vale? -Dije yo. Sin embarg...
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